When I was in grade school, and the teacher asked the class a really tough question, she would often say, “Put on your thinking caps.” Just like pretending to zip up our mouths and be quiet, we would each reach for some imaginary hats and plop them on our heads.
What was Jesus thinking when He rode into Jerusalem with all the fanfare? What went through His mind when, after the meal, He prayed in Gethsemane? What did He feel when Judas betrayed Him, Peter denied Him, and the nails joined Him to the Cross?
In today’s second reading, Paul invites us to put on our thinking caps by “having the mind of Christ.” This means that we cast off the stinking thinking, the toxic talk, the edgy ego. Let the Passion of Christ help us empty our false selves and embrace the Truth, the Way, and the Life.
Con frecuencia en la escuela primaria un profesor, al hacernos una pregunta muy difícil, nos aconsejaba: “¡Pónganse las gorras de pensar!” Como respuesta nosotros haríamos el gesto de colocarnos una gorra en la cabeza. ¿Qué habrá estado pensando Jesús al entrar a Jerusalén entre tanta pompa y ceremonia? ¿Qué habrá pensado al orar en la huerta de Getsemaní después de la última cena? ¿Qué habrá sentido al experimentar la traición de Judas, las negaciones de Pedro, y el punzón de los clavos en la cruz? En la segunda lectura de hoy, Pablo nos invita a que nos coloquemos “la gorra de pensar” teniendo “ la mente de Cristo.” Esto significa que debemos deshacernos de los pensamientos inapropiados, las conversaciones “venenosas”, la nerviosa manera de ser. ¡Que la Pasión de Cristo nos lleve a vaciarnos de la falsedad y abrazar la Verdad, el Camino y la Vida!
Rev. Daniel Francis, C.Ss.R.
Annapolis, MD